miércoles, 29 de junio de 2011

CULTURA EGIPCIA










Cultura Egipcia
La historia dice que el imperio Egipcio duró alrededor de dos mil años, entre períodos de estabilidad y florecimiento, otros de invasiones extranjeras, e incluso otros de guerras internas. Para poder dividir esta extensa historia Egipcia, el Imperio se divide en tres períodos: el Imperio Antiguo, que se caracterizó por el florecimiento de las artes y la construcción de las pirámides; el Imperio Medio – del 2050 al 1800 antes de Cristo – que se produjo tras una etapa de decadencia y en el que Egipto tuvo un gran esplendor en su economía, literatura y artes; y el Imperio Nuevo – entre el 1567 y el 1085 antes de Cristo – en el que Egipto alcanzó su edad dorada, conquistó pueblos vecinos y expandió su territorio bajo la dirección de los faraones de la XVIII dinastía. Se dice que la decadencia del imperio egipcio se produjo hacia el año 1075 antes de Cristo, debido a numerosas invasiones de otros pueblos que alteraron la estabilidad conseguida.
El asentamiento de los egipcios sobre el Nilo fomentó el desarrollo de una agricultura de avanzada para la época. La agricultura era la base de la alimentación y de la economía, además de ser la fuente de trabajo de la mayoría de los egipcios. A pesar de este desarrollo de los regadíos, se pasaron épocas de hambrunas por culpa de la desorganización. Los productos básicos fueron el trigo (pan), la cebada (cerveza) y la cría de animales domésticos.
Con respecto a la escritura, los egipcios desarrollaron el grabado de caracteres sagrados sobre piedras y monumentos, que durante muchísimos años permanecieron indescifrables. También desarrollaron la escritura cursiva (hierática) que emplearon en los papiros. El descubrimiento de la “piedra de Rosetta” – grabada en dos lenguas, griega y egipcia, y en tres escrituras, griega, demótica (derivada de la escritura hierática) y jeroglífica – permitió descifrar el enigma que habían sido hasta entonces los jeroglíficos, e incluso confeccionar un diccionario jeroglífico y una gramática egipcia.
Para terminar este resumen podemos decir que uno de los aspectos que más llaman la atención sobre la cultura egipcia son las momias, el culto a los muertos y las pirámides. Desde luego, los egipcios eran sumamente religiosos y creían profundamente en la vida después de la muerte. La momificación era una forma de asegurar que el cuerpo se mantuviera incorrupto para su “próxima vida”. Los sarcófagos donde se depositaban los cadáveres eran más o menos suntuosos, dependiendo de la jerarquía social del muerto. A los faraones se los colocaba en sarcófagos muy lujosos, y se construían las pirámides para que allí descansaran. Junto a ellos se colocaban objetos personales y hasta animales de compañía.
Organización política y social
La organización sociopolítica del pueblo egipcio obedeció a la relación primaria que, desde un principio, se estableció entre la dimensión religiosa y el aspecto económico de la subsistencia básica: nos referimos a la divinización del Nilo como fuente primordial de sustento. Este esquema mental prefigura como una forma de mando en la que es un solo individuo el que reúne en sí los poderes político, judicial y administrativo, así como la autoridad religiosa. De aquí que fuera el faraón ("Gran Casa") quien ocupara el puesto supremo en el gobierno, en la escala social, en la jerarquía sacerdotal y que, además, fuera venerado como una divinidad, siendo este último aspecto de gran relevancia. A esta forma de gobierno, cuyo fundamento es la religión, se le conoce con el nombre de teocracia.
Eje de todas las actividades y revestido de poder absoluto, el faraón y su familia se destacaban claramente respecto de los demás hombres. La rígida división de clases egipcia obedecía, también, a la necesidad de organizar y controlar, hasta en sus más mínimos detalles, la vida de los súbditos de un imperio tan vasto.
Por debajo del faraón y la familia real, la influyente clase sacerdotal desempeñó un papel decisivo en los acontecimientos que constituyen la historia de Egipto. En el siguiente peldaño social hallamos la clase de los funcionarios o cuerpo administrativo, integrada por nobles que contaban con amplios privilegios e influían, como los sacerdotes, poderosamente en el faraón. Dentro de este sector, los escribas se señalaban como figuras claves del imperio, ya que en sus manos —provistas con cálamos para escribir, tintas y papiros— estaba la tarea de consignar por escrito leyes y edictos imperiales, informes administrativos, actividades comerciales y textos sagrados.
Venía en seguida la clase de los soldados profesionales, en tanto que comerciantes y artesanos constituían el quinto estrato de la jerarquía social egipcia. Los comerciantes, sobre todo, se destacaban como elementos de valor inapreciable dentro de un imperio rico y próspero, ya que mediante sus actividades de importación y exportación de mercancías eran quienes, en gran parte contribuían a mantener la supremacía egipcia.
Los campesinos formaban la sexta clase social, y es fácil reconocer su importancia teniendo presente que Egipto era un país fundamentalmente agrícola. Por debajo del campesino se encontraban los esclavos. Éstos carecían de derechos y tenían a su cargo las labores más pesadas.











SEGUNDA GUERRA MUNDIAL





LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
El gobierno de Hitler tenía como meta la adquisición de un gran imperio nuevo que le proveyera “espacio vital” (Lebensraum) en Europa oriental. Hitler calculó que la realización de la hegemonía alemana en Europa exigiría la guerra.
Después de asegurar la neutralidad de la Unión Soviética (con el pacto de no-agresión entre Alemania y la URSS), Alemania desató la Segunda Guerra Mundial con la invasión de Polonia el 1 de septiembre de 1939. Gran Bretaña y Francia respondieron con la declaración de guerra contra Alemania el 3 de septiembre. El 9 de abril de 1940, las fuerzas alemanas invadieron Noruega y Dinamarca, y en mayo de 1940, Alemania empezó el asalto de Europa occidental. La Unión Soviética ocupó los estados del Báltico en junio de 1940, y los anexó en agosto de 1940. Italia, miembro del Eje, entró en la guerra en junio de 1940. Desde el 13 de agosto hasta el 31 de octubre de 1940, la aviación nazi atacó a Inglaterra en la campaña conocida como la “Batalla de Inglaterra”.
Después de dominar los Balcanes con la invasión de Yugoslavia y Grecia el 6 de abril de 1941, Alemania invadió la Unión Soviética el 22 de junio de 1941, en una violación directa del pacto alemán-soviético. En junio y julio de 1941, los alemanes también ocuparon los estados del Báltico. Stalin, el líder soviético, se convirtió en un líder importante del grupo aliado, junto con el presidente de los EE.UU., Franklin Delano Roosevelt, y el primer ministro de Gran Bretaña, Winston Churchill. El 7 de diciembre de 1941, Japón (uno de las potencias del Eje) bombardeó Pearl Harbor, Hawai. Los Estados Unidos inmediatamente declararon la guerra a Japón. El 11 de diciembre, Alemania y Italia declararon la guerra a los Estados Unidos.
Empezando con la llegada en 1942 de las tropas americanas a África del norte, los Aliados obtuvieron una cantidad de victorias militares. El 2 de febrero de 1943, el 6º Ejército alemán se rindió a los soviéticos en Stalingrado. En septiembre, los Aliados invadieron Italia, que se rindió el 8 de septiembre, pero Mussolini estableció un régimen fascista en Italia del norte. Las fuerzas alemanas luego invadieron Italia del norte, y avanzaron hacia el sur para encontrarse con las fuerzas aliadas. Las tropas alemanas mantuvieron Italia del norte hasta mayo de 1945.
El 6 de junio de 1944 (el día D), doscientos cincuenta mil soldados aliados llegaron a Francia, que fue liberada para fin de agosto. Las fuerzas aéreas aliadas atacaron las fabricas industriales nazis, tales como la del campo de Auschwitz (aunque las cámaras de gas nunca fueron un blanco). Los soviéticos empezaron una ofensiva el 12 de enero de 1945, y liberaron Polonia y Hungría. A mediados de febrero de 1945, los Aliados bombardearon Dresden, y casi cien mil civiles fueron muertos.
El 29 de abril, Hitler se suicidó. Berlín fue capturada por las fuerzas soviéticas en mayo de 1945, y los alemanes se rindieron el 7 de mayo de 1945. En agosto, la guerra en el Pacifico terminó, poco después de que los EE.UU. usaran bombas atómicas en las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, matando instantáneamente ciento veinte mil civiles. Japón se rindió formalmente el 2 de septiembre. La Segunda Guerra Mundial resultó en aproximadamente 55 millones de muertos en el mundo.